La saliva y la salud oral
Al hablar de salud oral es común que lo asocies con higiene dental, cepillado dental, etc. Pero existe un elemento de vital importancia ya que lo produce de manera natural: la saliva.
La saliva es una secreción líquida incolora y sin ningún tipo de olor que proviene de las glándulas salivales que existen en casi todas las partes de la boca, a excepción del paladar y las encías. La glándula sublingual es la principal encargada de secretar este líquido, como su nombre lo indica, se sitúa debajo de la lengua y tiene forma de almendra.
También conocida como baba, se compone de componentes orgánicos como proteínas, enzimas, glucoproteínas y de componentes inorgánicos como el bicarbonato de fosfato. En conjunto con la secreción gingival forman el fluido oral, un líquido que es esencial para la protección de la estructura bucodental.
¿Cuáles son las funciones de la saliva?
Su principal función es la protección de esta. La saliva actúa sobre la microflora y brinda protección antimicrobiana debido a sus propiedades antisépticas lo que permite la depuración de bacterias y toxinas orales. A esto se le conoce como autoclisis saliva. También, inhibe agentes patógenos y aporta los nutrientes que tu organismo necesita. Al tener propiedades visco elásticas lubrica los alimentos con texturas sólidas lo que facilita la creación del bolo alimenticio.
La saliva también funciona como neutralizadora del pH bucal ya que nivela los altos niveles de acidez. Remineraliza las piezas dentales y evita el desarrollo de caries.
Si el flujo salival se reduce, puede ocasionar serios problemas en tu salud bucodental. Cuando masticas, estimulas este flujo salival pues los músculos comprimen las glándulas salivales y hacen que se libere de manera más rápida.
Este líquido también ayuda a:
- Eliminar los restos alimenticios de los dientes y encías
- Humedecer los alimentos para poder deshacerlos con mayor facilidad
- Combatir patologías y prevenir caries.
- Fortalecer tus dientes ya que brinda altos niveles de flúor y calcio.
Además de mantener tu salud bucodental en buen estado, brinda también otros beneficios que ayudan a identificar otras enfermedades como el diagnóstico de cáncer de mama, hepatitis e incluso VIH.
Durante la noche, su producción disminuye, lo que hace que durante este lapso la capacidad protectora sea menor y las bacterias se vuelvan más propensas a desarrollarse por toda tu boca. Por ello, la importancia del cepillado dental nocturno.
Por estos motivos, la secreción es un elemento tan importante en tu salud bucodental. Por ello, es esencial que programes citas con el dentista de manera periódica, así podrá detectar si hay anomalías en la secreción de este líquido y podrá indicarte el tratamiento a seguir y los mejores consejos para preservar en buen estado tu salud oral.
No olvides mantener tus buenos hábitos bucales como el cepillado dental por la mañana, después de comer y por la noche. Utiliza también el uso de otros elementos como el enjuague y el hilo dental.